Tratando de asimilar
Hoy el termino asimilar no está ligado al entrenamiento, hoy soy yo, y muchos otros, los que tratamos de asimilar una noticia que todavia nos cuesta creer.
Han pasado algo menos de 24h desde que al
salir de una charla en el colegio de mi hijo me enteré que Iñaki Lejarreta
había sido atropellado mientras entrenaba. Tuve que llamar a mi gran amigo
Guillermo Bogas porque no podía creer que fuera cierto.
Esta vez ha sido un ciclista fuera de serie, hace poco el
novio de una amiga lejana y unos meses antes el miembro de un club ciclista de Madrid.
Ya hace unos años que el hijo de un amigo de las carreras falleció atropellado.
Con esto quiero decir que la repercusión del atropello de Iñaki es enorme pero
no es el único, y no creo equivocarme si digo que no será el último. Esta vez se
va un corredor de cualidades extraordinarias y al que todo el mundo le
calificaba como humilde, trabajador, poco hablador… buena gente.
No tuve nunca una relación muy cercana con Iñaki pero ha
formado parte de la gran familia del MTB de la que me siento integrante. Sin
embargo la cercanía con Iñaki era más intensa ya que es de la quinta
de mi hermano (el culpable de que terminara dedicándome al mundo de la
competición) y siempre lo he visto como mi hermano pequeño, un chavalín. El
primer recuerdo que tengo de él es en el Open de España de Avilés, creo que
debía de ser Junior de 1º y bajaba por uno de los cortados que había cerca de
la zona de meta. Sigo teniendo la la sensación de que son esos juveniles que corrían con mi hermano pequeño, aunque ya
sean padres o futuros padres.
Se nos va un corredor de los que ven el ciclismo desde una
perspectiva 2.0 (falta no hace más gente como Iñaki), se nos va una persona que disfrutaba de la naturaleza en todas
sus vertientes y se nos va una persona que estaba esperando a su primer hijo, y
lo que hemos tenido la fortuna de vivir ese instante sabemos lo que eso
significa.
Quiero enviar muchos ánimos a todos familiares y amigos, algunos
de ellos amigos míos, y en especial a fuerzas a su chica y al pequeño que está
de camino.
Solo espero que no vuelva a tener la necesidad que me ha
llevado a escribir estas palabras después de una noticia como la de ayer.
Animo y precaución en las carreteras